La arcilla es un material que la naturaleza nos ofrece terminado,
no tenemos que hacer grandes operaciones con ella para poder
utilizarla (como sí hay que hacerlos con el petróleo, por ejemplo)
utilizarla (como sí hay que hacerlos con el petróleo, por ejemplo)
Los cambios que puede sufrir una arcilla tienen que ver con el agua
y con los óxidos minerales asociados a ella.
¿Qué posibilidades ofrece entonces como material?
Todo esto lo probamos con el siguiente proceso:
- Aprendimos a identificar y recogimos la arcilla
- La secamos al aire (perdió su agua física)
- La trituramos y limpiamos de materia orgánica.
- La hidratamos
- La dejamos secar hasta cobrar consistencia "amasable"
- Nunca la cocimos (en el horno pierde su agua física) de modo que
no sabemos cómo cambiaría su color, cuánto contraería y demás misterios... Ahí queda para otra vez.
no sabemos cómo cambiaría su color, cuánto contraería y demás misterios... Ahí queda para otra vez.
Lo que sí hicimos, una vez que la tuvimos lista y amasable,
fue probarla. Al principio jugando...
Luego nos pusimos científicos. Por su localización, color, elasticidad y contenido en materia orgánica tratamos de adivinar qué tipo de arcilla era (primaria o secundaria) y qué le podría haber pasado por el camino hasta llegar a sedimentarse en los
terrenos del IES La Granja de Heras, donde la recogimos.
Nos basamos en este esquema, en que explicamos el origen ígneo de las roca de las que procede la arcilla |
Para terminar, vimos como la naturaleza hace a su manera un último paso para convertir la arcilla en otro material completamente acabado que también utilizamos mucho,
la pizarra,que es arcilla meteorizada.
Sea en la forma que sea, adobe, botijos, tejados, paredes de ladrillo, tazas de café, platos... Un montón de cosas de las que nos facilitan y acomodan la vida están hechas con este material... hasta lo encontramos formando parte de cosas muy sofisticadas que nunca vimos de cerca, como los ¡¡cohetes espaciales...!!