Con este proyecto descubrimos
A Calder, el escultor cinético más afamado
A Theo Jansen, el escultor cinético más tecnológico
A Schlosser el no-escultor cinético oficialmente, pero sí a veces.
Y a nosotros mismos, que recuperamos materiales, descubrimos posibilidades, diseñamos espacio y colgamos de vanos enormes nuestras esculturas.
(Fuimos, de verdad artistas cinéticos, en continuo movimiento)